15 jul 2006

Te metes la terraza por el culo



Tengo por costumbre no entrar, a menos que tenga una relación cordial con el propietario, en discotecas, bares o terrazas que tengan uno, dos o tres porteros a la entrada. Su simple visión me hace caer en la cuenta de que el local no merece la pena. En tiempos, esa circunstancia no era común por estos pagos, así que tuve que descubrir la existencia real de tan brillantes personajes en mis exilios estudiantiles. La experiencia de aquellos años me enseñó que un portero en la puerta suele ser señal de una actitud recalcitrantemente clasista del dueño del garito en cuestión.

Y volví a Lepe, ya no a mi Pendola, aunque la sigo llevando por bandera, y el turismo de masas empezó a generar beneficios económicos y pérdidas insospechadas de calidad de vida (nocturna) de un servidor y supongo que de mucha gente. Durante la época de esplendor de El Terrón, por lo menos, había una oferta, llevémoslo a esos áridos términos económicos, variada. Se podía elegir entre varias opciones y mi elección siempre fue el Vértigo, por muchísimas razones; entre ellas, el buen rollo que se respiraba allí, a pesar de los comentarios negativos de mucha gente, generalmente imbéciles mal informados o con un coeficiente intelectual inferior al de un babuíno, o ambas cosas. Claro que en los alrededores se consumía droga, pero menos que en otras zonas y locales. El Vértigo era juzgado por la apariencia de los que allí nos congregábamos, generalmente gustadores del rock, gente de pensamiento distinto al del resto de moradores nocturnos del puerto. Y también había fama de que allí no se ligaba, pues no iban mujeres... Me carcajeaba de la ignorancia supina de aquellos que proferían esas palabras: allí se ligaba mucho más fácilmente que en otros locales, por cuestiones meramente de afinidad, bien ideológica, bien musical, bien estética.

El caso es que esta visión del Vértigo tiene mucho que ver con el clasismo, aplicado, vanalmente, lo sé, pero es una señal, al ocio nocturno, a la movida o como se quiera llamar.

Alguna vez me quise salir del Vértigo para entrar en otros locales, y en la mayoría de ellos no tenía ningún problema. Me gustaba especialmente el Talismán del gran Rafa Toscano y el Galeón del no menos grande Cipri. Pero cierto día, quizá siguiendo a mis amigos, me dispuse a entrar en el Cabo Coco, que más o menos así se llamaba -y se sigue llamando, por lo visto- el garito, bueno, el local, pues no merece la connotación de "garito". Allí, el lumbreras del portero, que se expresaba como un niño de 7 años que va al logopeda, me dijo que no podía pasar con esa ropa. Como no soy de discutir y además tampoco tenía mayor interés por adentrarme en los mundos de Yupi que era aquel local, me largué y punto, pero me prometí que nunca jamás en mi vida volvería a intentar siquiera entrar allí. Y lo cumplí.

Ha pasado el tiempo y la cosa ha ido empeorando: El Terrón, en su mayoría, es casi un despojo de lo que fue, excepto por una cosa: el Puerto de Indias. Y aquí sobreviene la tesis principal de mi digresión.

Nunca he entendido por qué la gente se empeña en querer ser tratados como auténticos -sé que suena a tópico, pero es así- borregos: espera adocenada en una larga cola, con la muy real posibilidad de quedarse fuera, porque al genio de turno no le guste algo de ti: bien tu cara, tu vestuario, tu cuerpo... Y por ahí sí que no paso.

Decíamos del Puerto de Indias. El año pasado por estas fechas, abría, con gran e incomprensible éxito de público, el entonces llamado Oxi Buda -o como quiera que se escriba-, con una filosofía clara: sólo la llamada "beautiful people" podía entrar allí. El caso es que la actitud de los dueños del Puerto de Indias era un clonaje perfecto de aquélla. Pero, como se dice, "esto es como tó": al personal le dio por irse al Oxi Buda. El propietario del Puerto de Indias, se enrabietó y acudió a una reunión que habían convocado las Juventudes Socialistas para abordar el tema de la movida nocturna. Uno de los que más intervino en aquella charla fue este absurdo personaje, un tipo algo lelo, venido de Sevilla, y dispuesto a hundir a cualquier precio a su competencia. Ante mi asombro -yo también asistí a la reunión- veo que el tipo empieza a aducir razones para atacar al otro que me cabrearon un mucho, y una de ellas era el trato que recibían los jóvenes allí, en el Oxi Buda, en la puerta especialmente. Pensé para mí que había que tener la cara muy dura para decir aquello y me callé por no liarla. Pero tendría la oportunidad de vengarme.

A finales de agosto, el Puerto de Indias comenzó a recuperar algo de público. Y el dueño del local, de nuevo, volvió por sus fueros: además de clasista, discriminador. Mi pareja y una amiga querían ir a buscar a una tercera amiga dentro de esa terraza. Pasaron las dos pero el dueño, el mismo tipejo que fue a quejarse, a llorar como un cobarde pidiendo ayuda a políticos y no políticos, me paró en seco y me pidió 6 euros por entrar. Claro. Me mosqueé. Le dije que se dejara de cachondeo y que me dejara pasar sin más. Me dijo que no, que eran 6 euros, por ser hombre... Así que le grité en su cara de boniato: "Pues luego no vayas llorando por ahí como una maricona (perdón por lo ofensivo del comentario, pero me salió así) quejándote del 'otro'". Al principio no pareció entenderme, pero al momento, sus dos neuronas interconectaron y recordó. Yo, fiel a mi deseo de vengarme, le aconsejé que no fuera a una próxima reunión sobre el tema, porque allí hablaríamos todos y bien clarito. Me preguntó que si le estaba amenazando: le dije que le estaba diciendo la verdad y que si quería tomárselo de esa forma, mejor. Me hizo otra pregunta: que a qué me dedicaba yo. Le respondí. Él espetó que se dedicaba a eso y yo lo sentencié con que yo no me hubiera intentado aprovechar de alguien que me había querido ayudar en el pasado, ni discriminaba a la gente en mi trabajo en función de su clase, sexo u otras tendencias.

El tipo se dio la vuelta y bajó la cabeza. Mi venganza estaba servida, pero aún quedaba el remate. Con cara compungida, finalmente -el tipo, además de clasista, era un pusilánime: yo, al menos, me hubiera mantenido en mis trece y si soy un capullo, lo asumo pero tú no entras- me dijo que podía entrar. Y mis palabras exactas fueron: "ahora te metes la terraza por el culo". Y me quedé en la puerta, triunfante, desafiante, viendo cómo el panoli dejaba entrar a "mis" dos chicas y yo me quedaba fuera el rato que tardaran en encontrar a la tercera amiga, sin darle el placer de verme entrar en su mierda de local, aguantando la dignidad de aquellas palabras que le solté a la cara.

Aunque mi actitud podía parecer chulesca, que lo fue, pudo haber sido peor. No caí en ese momento en llamar a la Guardia Civil para denunciar al figura por discriminación, cosa que podéis hacer vosotros si se os da un caso parecido.

Desde entonces, me cuido mucho de entrar en locales que tengan portero en la entrada: no hay cosa que más me reviente que el clasismo. La masificación de La Antilla tiene muchas cosas negativas, y una de ellas es esto que comento. Ahora, el Oxi Buda se llama Opium Garden, una terraza de ambiente supuestamente selecto, con las mismas pamplinas del Puerto de Indias pero elevadas a la decimoquinta potencia. Y es que Opium Garden pertenece a un grupo de discotecas, terrazas, locales, no sé bien cómo definirlos, denominado The Opium Group, con sede y símbolo en Miami (ciudad que odio), a donde sólo puede accerder la pretendida "crème de la crème". Y para muestra un botón: el día de su inauguración pasaron por allí una cantidad considerable de "famosos" de los de segunda fila, en representación de la supuesta "beautiful people" que comentaba anteriormente. Un auténtico repertorio de intelectuales, vamos.

Pues eso aplicadlo a La Antilla y obtendremos como resultado otra terraza que no pienso pisar en mi vida como usuario.

No es todo lo que podía decir del ocio nocturno veraniego de ahora, pero la esencia está ahí. Menos mal que estas cosas no ocurren en mi barrio. En La Pendola.

Gilgamesh making friends

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensaba que yo era el unico en no entrar en esa serie de garitos, pero veo que la inteligencia ronda mucho por la pendola.

Paleán dijo...

Yo también estoy harto de discriminaciones, es humillante que no te dejen entrar, al final terminan tratándote como a una puta crackera. Pues ¡vivan las putas crackeras!
http://putascrackeras.blogspot.com

Anónimo dijo...

ME da mi que eres un poco pintas :P

Anónimo dijo...

Pues mira, no, no soy ni me considero un pintas, pero si lo fuera, estaríamos en las mismas.

Anónimo dijo...

pues yo voy al puerto de indias jajajaja soy una persona normal y si me hubiera pasao algo de eso hubiera pedio la hoja de reclamaciones. y si una copa es garrafon se lo digo tambien jajaja. de todas formas yo no tengo problemas para entrar, pero me jode igual que haya personas que no puedan entrar que seguramente tenga mucho mas cerebro y con la que puedas tener una conversacion mucho mas interesante que un o sea te lo juro de verdad jajaja.

Chito dijo...

Interesante el post, e interesante el debate. Desde luego la actitud del autor me pareció procedente por la actitud de (con perdón) la maricona en cuestión. El tema de los garitos es delicado. Cualquiera se ve con derecho a prejuzgarte sin motivos por tu aspecto o por lo que a él le salga de las pelotas (llámese tus zapatos).
Donde yo vivo, en Ronda, hay un sitio que se llama Lechuguita. Alli estan las copas muy baratas y se llena de gente en veranito y es curioso quedarte en la esquina y observar como van los ricos (con camisetas rancias, calzonas podridas y alpargatas de esparto) a tomarse una copa y parecer "pobres". Y van los pobres (con su pantalon de lino. Su camisa burberrys y su kilo de gomina) para parecer "ricos". Es un escenario ideal donde cambiar de identidad social. Lo único claro es que nadie es lo que aparenta ser... Creo que en cierto modo, la profesión de portero de discoteca esta sobrevalorada. Parece que ser portero de discoteca es como ser ministro de defensa. Cuando en verdad bajo mi punto de vista son una especies de prostitutos del puñetazo. Gente a la que sólo le falta untar en Tulipan el recto y dejar que el dueño haga el resto. En esto habrá como todo, no digo que no...Pero coincido con el autor. La mayoría son gilipuertas. Al anónimo. ¿El autor tiene que ser un pintas por lo que ha escrito? ¿Tu sabes que en Granada hay jippies mal vestidos, malolientes y pintas a los que sus papaitos les ingresan tres mil euros mensuales por no hacer nada?. ¿Que tienen que ver las pintas con tomarte algo en un local y los cojones con comer trigo?...Nada verdad...El tocino con la velocidad tampoco...Que ganas tengo de volver a Lepe, cohone... Un saludo a todos...

Anónimo dijo...

Bueno.... Yo respeto la opinion de todos y creo que cada uno tiene el derecho de tener el aspecto que le venga en gana sin que por ello nadie deba menospreciarlo, pero tambien creo que cada empresario tiene el derecho de enfocar su negocio como crea conveniente sin que por ello haya que criticarlo. Osea, se como quieras y no te cortes por ello y deja que los demas tambien hagan lo que quieran.
En definitiva que si te gusta un sitio vas y si no te gusta no vas y cada cual sabra los motivos que le llevan a ello, pero no veo mucha diferencia entre uno que se cree "VIP" y que por ello menosprecia al que cree que es un "pintas", y uno que se cree "mas autentico" y critica al que va de "glamuroso". Mismo perro distinto collar, no?
También quisiera decir que soy bastante curioso y el comentario sobrela pertenencia del "Opium Garden" a "The opium Group" me ha llevado a curiosear sobre ello. Pues bien, no se de donde habrás sacado dicha información , pero es falsa. La unica relación que existe entre ambos es la palabra opium en el nombre, que dicho sea de paso puede que haya cientos de locales en nuestro pais que lo usen.
este comentario no es por nada en especial, solamente para decir que no te has informado bien, y que si te esfuerzas en buscar datos como hice yo (solo por curiosidad) entonces verias como tus referencias son equivocadas.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Con respecto a eso, teniendo en cuenta que es verdad lo que dices de que cada empresario enfoca su negocio como quiera, también es verdad que el límite de ese "como quiera" está en la propia ley que prohíbe hacer disitinción en función de muchos motivos. No me vale la excusa típica y tópica de los famosos calcetines blancos o de las zapatillas deportivas.
También es verdad eso que dices de que cada uno va donde le debería ir. Eso hago precisamente y creo que todos los que van a algún sitio: sería ilógico lo contrario.
Otra cosa es la distinción entre sitios "VIP" y no "VIP", donde se menosprecia según tú. Yo no he visto menospreciado a nadie en un sitio no VIP por su apariencia. Además, nadie niega la entrada de un digamos "pijillo" en uno de esos bares "pintas", como los llamas y llamamos, qué leches.
Y con respecto a lo del Opium Group, de acuerdo contigo, no profundicé en su procedencia, la verdad; pero en realidad no era esa la prioridad del post, ni mucho menos. Y una cosa no quita la otra. Que el Opium Garden ese sea o no filial del del Miami, tanto da.
Y nada más, son pareceres divergentes, que lejos de entrar en polémicas, sugiere un debate más profundo, en eso estoy de acuerdo.
¡Gracias por tu visita!

Anónimo dijo...

vaya.. realmente no me sorprende mucho esta historia que cuentas, pues como la tuya hay miles. Trabajo en puerto de indias en la barra y no me parece que hayas tenido una actitud como para irla contando por ahi.
Esoss chicos que estan en la puerta recuerda que simplemente están trabajando. A ellos les piden y les dan unas normas a cumplir y ellos tienen y deben hacer que se cumplan. No por ello son ni gorilas ni nada delo que describes, pero ponte en su lugar: un montón de niños intentando colarsete por todos lados, un montón de chicas intentando engatusarte para dejarles pasar gratis, personas preguntandoles por otras que trabajan dentro.. y todo esto mientras estás en medio de un botelllón. Si no te dejan pasar en zapatillas no es por ellos.. son las normas..
Si es una noche en la que las chicas entran gratis y los chicos no... son las normas.
y como asi.. hay muchas, pero no solo aqui, sino en todos lados. Sinceramente, esa actitud de gallito revolucionador seria mejor guardarlas para otras cosas mucho más injustas que el no dejarte pasar a una discoteca...

Anónimo dijo...

Despues de no se cuanto tiempo... vuelvo a escribir ;D y es verdad realmente hacen lo que quieren porque yo he visto pasar a niñas menores de edad... y con eso creo que lo digo todo! me parece bien la actitud que mantuviste porque yo lo hubiera hecho igual jajaja ahora tenemos a la "maravillosa" Penelope en Cartaya ;D yyyyyy el viernes no tuve problema y eso que no llevaba invitacion pero el sabado se puso uno de subnormal... yo no pienso ir porque no me gusta su ambiente pero... el proximo finde que vaya porque no tenga mas remedio por no salir sola por ahi... pienso llevarle unas 20 invitaciones y decirle "de que color la quieres?" en fin que algunos tienen menos cerebro que un mosquito y confunde los musculos con coeficiente intelectual jajaja y al parecer se le sube a la cabeza...

Kique "Búho" Moreno dijo...

Solo te diré una cosa...ojalá el Vertigo volviera a abrir sus puertas y los amantes del rock tuviérmaos un lugar al que acudir a beber y bailar y ligar sin aguantar las caras raras de tanto pijopajote que corre por la antilla. Saludos

Unknown dijo...

La verdad es que el autor del hilo tiene unas buenas bolas. No tengo mas remedio que acudir al puto, si, puto puerto de indias año tras año, para ver la misma mierda que se cuece alli dentro... La politica de entrada me toca las narices como al que mas. Soy una personal normal y corriente, sencilla pero con mis propios gustos y preferencias... Alguno me etiquetaria de pijillo asi a primera vista, pero tras pocos minutos de conversacion uno se da cuenta de como soy. Al grano, antes ese sitio quebrará, porque al fin y al cabo, la satisfaccion de los clientes es lo que manda en los negocios, y a mi, personalmente, no me aporta nada un local asi, salvo alguna que otra descomposicion estomacal por culpa de alguna que otra bebida adulterada. Un saludo

Cris dijo...

Puerto de indias de islantilla,es una discoteca destinada al fracaso inmediato. El sabado iba a entrar con mi chico,cuando un portero nos pregunto que si teniamos invitacion, invitacion? Acaso es una fiesta privada? Al decirle que no, nos dijo que eran 10eurs, aceptamos, y al darle los 10 euros nos dijo 10 cada uno con derecho a copa. 20 euros!!! Y habia 4 gatos a las 2,30 de la noche,para mas colmo le pregunto a mi chico si yo tenia la edad, que pasa que yo no tengo boca, tengo 28 años y le pregunt a mi chico. Entramos nos sentamos y al rato viene uno que nos dice que eso era la zna vip, sin ningun cartel que lo indicase, sin cordon..nadie sabria distinguirlo. Enfadad fui a la barra a pdir un vaso de plastico para irme de alli, y tampoco tenian, ah! Es que al pdir la bebida n tenian ballantine, que con 20 euros que ns cobraron ya esta bien. Ahi ns tuvims que salir y dcirle al portero, que el derecho a la copa donde quedaba,tendriams que hber reclamado el dinero e irnos. Y ya el colmo, al salir que n hbia nadie fuera, tnian abiert por dos lads, fuims a salir por donde entramos y ns dijo que por el otro, ya le mire y le dije, saldre por dnde quiera y nos fuims. Que subrealista, un cordon de lado a lado d pared,abiert en los extremos y m dice que por otro lado, esto ya era un cachondeo. Nunca me a pasado alg asi, al tiempo, que esta no dura abierta ni 2dias. Saludos

Anónimo dijo...

Han pasado 10 años desde este post, hoy lo he leido yo por azar buscando informacion por otro tema. Si por un casual alguno de los que comento en su dia esto vuelve a leerlo entero resultara cuanto menos curioso. Tengo 29 años y llevo 14 años saliendo en el terron, he visto de todo, bueno y malo en ese sitio, y en ese sitio he vivido algunos de los mejores y peores momentos de mi vida. No he conocido los locales de lo que llamais "epoca dorada" del terron, cada uno vive lo que le toca, y sinceramente yo he disfrutado mucho. Despues de 10 años precisamente el unico local que sigue abierto en todo el terron es Puerto de Indias, ni cabo coco, ni puerto bello, ni oxibuda opium, ni ninguno de los locales mas alternativos que habia alrededor. No hay nada mas. Parece que es algo natural pensar que lo que tenemos en el presente es decadente comparado con el pasado, pero resulta que en el pasado pensaban lo mismo de lo que tenian! Jajaja. A mi siempre me han tratado bien en Puerto de Indias (14 años, verano tras verano), todo local que permanece abiero lo hace porque tiene su publico, y si cierra lo hace porque su publico no existe o no lo puede mantener. Yo soy publico del Puerto de Indias y lo reconozco, me gusta el local al aire libre y la musica. El alcohol es un verdadero garrafon y actualmente roza la denuncia, pero generalmente cuando entro alli no bebo nada porque ya me lo he bebido todo antes. Creo que ya va siendo hora de que deje de ir alli, es lo que me toca, solo espero que los chavales que empiezan a salir ahora por alli se lo pasen al menos la mitad de bien de lo que yo me lo he pasado, incluso en el Puerto de Indias. Nada ha cambiado. Saludos desde el futuro.