10 jul 2006

EXPOSICIÓN VIRTUAL

Bienvenidos a mi primera y quizá última exposición virtual. Lo normal en estos casos es justificar los motivos que te impulsan a embarcarte en este tipo de "eventos". Pero no. Yo no soy artista. Sólo parto de una pulsión que nació en mis adentros hace unas semanas. Tenía que satisfacerla y el que sigue es el resultado. Como dedicar me parece pretencioso, voy a omitir ese trámite. Simplemente pasen y vean a LA mujer despojada de todo tópico.
Gilgamesh on green

Green Woman (De) Construction

"Vivir, dormir, morir: soñar acaso", dijo Hamlet. Y un sueño tiene que nacer. Como todos. Como nosotros. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Una cadena. Una cadena con un principio, siempre el mismo principio. Lo primario. No. No fuimos hechos con barro mas sí somos carne. Carne y lo que damos, unos sí, otros no, en llamar espíritu. Soñar acaso. Soñar en verde. Soñar la esperanza de lo primario. Un acto de amor, de fuerza, de animalidad, instintivo, ansioso, calmo, trémulo, todo a un tiempo. A un tiempo. Deconstruido o analítico o sintético. En verde, en esperanza. Primario e irracional y racional al cabo, como la belleza femenina, de mujer, primaria, deconstruida y verde. Nada podemos contra la potencia de su vientre creador.



Ni contra el verde. Su pelo verde, rubio, castaño pelirrojo: cabello de mujer



Mujer que nos mira, mirada verde deconstruida-analítica-sintética, que nos vuelve a mirar, empieza a excitar nuestro cerebro aturdido.



Miradas, desde el ángulo imperfecto de los rostros que nos miran, perfilando el verde mujer.



Bajo su mirada late su corazón verde, que nos lleva en dulce viaje hacia la irracionalidad de un corazón, instintiva succión de bebés, entre el verde de su corazón, y el verde de su latir por la esperanza de la supervivencia.



Agarrados a la supervivencia. Las ganas de abrazarla no cesan, ni la esperanza de un abrazo tierno y fuerte, ceñido, verde, esperanzador, de un mundo mejor, más amable y amado.

Y también alrededor de su cuerpo de mujer deconstruida llegamos a la excitación de los sentidos en todos los sentidos, del espíritu, que sigue bajando y buscando la plenitud en verde esperanza.




Por eso, bajo los pies dominadores de la mujer verde y deconstruida somos capaces de someternos a una belleza incondicional e ideal, observando un espacio inabarcable, sinuoso e insinuador.



Insinúa la mujer en verde y portadora de nuestro gen primario, hacedor de vida y locura, que nunca da la espalda a su condición de ideal; por eso la desnuda y nos la ofrece como en sacrificio por la esperanza.



Después del sacrificio llegamos a la calma, volvemos de lo primario al sueño, al descanso, saciados los sentidos, verdes, girando la ruleta del dormir, soñar; nacer es empezar a soñar. La mujer deconstruida y en verde duerme. Vuelve a nacer. "Vivir, dormir, morir: soñar acaso", dijo Hamlet. Verde. Esperanza. Primario. Porque podemos estar hechos del material con el que se construyen los sueños. Esa materia prima es la carne. De mujer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Al nene usta. Aunque no toy mu de acuerdo, ya que trabajo en la fabrica de los sueños, y en mi cabina lo unico que hay es ruido y mucho positivo. Seguro que no me entendeis, pero pa que darle mas vueltas, me encanta el post.

Anónimo dijo...

Bravo Gigalmesh, sencillamente. Mucha delicadeza y sensibilidad al tratar los diferentes aspectos femeninos.
Una acertada elección a la hora de acentuar el verde.
Congratulations!

(Iolopetto)

Paleán dijo...

Físicamente sensual que despierta reacciones químicas en el cerebro, que está verde también ya.

Anónimo dijo...

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